Los pimientos rellenos pueden ser de dos tipos, del piquillo o naturales. Generalmente se suelen utilizar los del piquillo para rellenar, pero hoy vamos a poner dos recetas, una de cada.
Ingredientes para 4 personas
Procedimiento
Precalentamos el horno a 200ºC con calor por arriba y por abajo.
En una sartén, ponemos a calentar la mantequilla, y cuando se derrita, añadimos la cebolla picada finamente. Lo dejamos 10 minutos hasta que se ablande. A continuación, agregamos el diente de ajo picado y lo sofreímos 1 minuto más.
Incorporamos el jamón en taquitos y la salsa de tomate, lo sazonamos, y después de un par de minutos, lo reservamos.
Cocemos el arroz con el caldo caliente el tiempo que nos indique el fabricante. Lo sazonamos y mezclamos con la mezcla anterior.
Lavamos bien los pimientos y le cortamos la parte superior. Le quitamos todas las semillas y lo vaciamos. Rellenamos los pimientos con la mezcla de arroz y jamón y los colocamos sobre una fuente.
Introducimos los pimientos en el horno para que se asen durante 20-30 minutos, hasta que estén tiernos.
También se pueden hacer pimientos del piquillo rellenos, y estos serían de esta otra forma.
Ingredientes para 4 personas
Procedimiento
Ponemos a cocer un huevo con agua durante 12 minutos, lo refrescamos y escurrimos.
En una sartén se calienta a fuego medio un chorrito de aceite y se sofríe una cebolla bien picada durante 10 minutos. Añadimos el ajo bien picado y lo sofreímos durante 1 minuto más.
Agregamos las carnes picadas y el jamón serrano picado en trozos pequeños. Dejamos que la carne se haga por completo, lo sazonamos y, por último, se añade el huevo cocido picado y 2 cucharadas de salsa de tomate.
Con estos ingredientes se forma una pasta para poder rellenar los pimientos. Lo pimientos los escurrimos y les quitamos todas las semillas que veamos.
Con ayuda de una cuchara, rellenamos los pimientos, cerrando el borde con un palillo para que no se salga. Una vez que estén todos rellenos, preparamos dos platos, uno con un huevo batido y otro con harina.
Rebozamos los pimientos, primero en harina y después en huevo y los freímos en abundante aceite caliente hasta que estén dorados.
Los sacamos a un plato con papel de cocina para que absorba todo el aceite. Los colocamos en una cazuela de barro y dejamos que reposen mientras preparamos la salsa.
Ponemos a freír la cebolla restante bien picada con un poco de aceite. Añadimos una cucharada de harina y lo removemos. Añadimos 4 cucharadas de salsa de tomate y el caldo caliente, y lo vamos removiendo mientras calienta.
Añadimos la salsa a los pimientos y lo ponemos a calentar hasta que la salsa espese.